De Phoenix, Arizona a Mérida, Yucatán; esta es la nueva vida de Kristy y Gerardo, quienes llegaron a la capital yucateca para disfrutar de una vida más tranquila, disfrutando de su calidez, su cultura y su gente.
Gerardo siempre había tenido como meta visitar México, conocer sus diferentes lugares y ser maestro de inglés para apoyar a la gente a aprender el idioma. Cuando su mamá, quien ya había visitado Mérida, les habló sobre la comida, sus lugares para visitar y demás, algo les conectó que decidieron venir a ver cómo es.
En abril del 2021 llegaron la capital yucateca por primera vez, se quedaron un mes, pero hubo tanto encanto en la ciudad, que, sin mencionarlo, los dos pensaron “QUEREMOS VOLVER”. Al llegar a Arizona, vendieron su casa, y sabiendo que Mérida era un lugar que disfrutaban mucho los dos, decidieron regresar a vivir.
“No intentamos dejar nuestra vida en Arizona, es solo que lo que, lo que hemos vivido en Yucatán, ha enriquecido nuestras vidas, nuestra salud ha mejorado, la comida es realmente buena, podemos salir más, nos gusta el clima, y la gente de aquí ha impactado en nuestra felicidad.”
Cuando la decisión estaba tomada, contactaron a una persona que se dedicaba a facilitar la movilidad de residentes estadounidenses a Mérida, la cual les recomendó a Claudia para que les ayudara a encontrar su nuevo espacio.
“Nos encanta el lugar que Claudia encontró para nosotros, de hecho, empezamos a trabajar con ella 3 meses antes de venir a Mérida. Le dimos una idea de qué vecindarios nos interesaban y cuando llegamos, ella ya tenía opciones y sabía lo que buscábamos. En .10 días nos mudamos al lugar que tenemos ahora y nos encanta.”
Actualmente sienten que viven en una gran ciudad, pero al mismo tiempo acogedora. Su residencia está cerca de un rancho donde hay una manada de ovejas y al mismo tiempo tienen cercanía con “La Isla”, la cual es una plaza comercial importante de Mérida. Disfrutan de esa dualidad de sentir que viven en una ciudad grande dentro de un vecindario pequeño.
Ahora, luego de meses, pueden decir que se sienten muy felices aquí de vivir en Yucatán. El sentimiento de paz es algo que los dos comparten, lo cual no sentían en Arizona, por el estrés que les generaba su antiguo trabajo; ahora, han notado un ritmo más relajado, disfrutando de la vida y sin prisa.
Trabajan en línea durante el día y al terminar se toman pequeños descansos, donde disfrutan de ir a viveros y encontrar plantas nuevas, descubrir lugares nuevos de la ciudad, encontrar pequeñas tiendas o nuevos restaurantes, salir a caminar y en fines de semana exploran cenotes, sitios arqueológicos, y lugares como Campeche o Valladolid, junto a un grupo de personas que igual disfrutan conocer nuevos lugares del estado.
“Fue una gran decisión porque es un capítulo nuevo en nuestras vidas. Dejamos un buen lugar en Arizona, pero esto es mejor. Siento en mi corazón que esta es mi casa. Al final del día me siento bien, me siento más sano, feliz y estoy con el amor de mi vida, disfrutando de este capítulo juntos.